Desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al coronavirus como una pandemia a nivel mundial, los diferentes tipos de rutinas, hábitos y prácticas de la población se vieron alteradas, las actividades cotidianas se interrumpieron, y sin duda alguna el ámbito educativo tuvo un nivel de afectación significativo en todos los contextos geográficos.
Así, se inició un esquema de funcionamiento académico diferente a la modalidad presencial, la mayoría de entidades educativas enfrentaron esta nueva realidad a través de los mecanismos que tenían a su alcance, afinando temas relacionados a la tecnología y conectividad, mismas que se han convertido en pilares fundamentales para dar continuidad a la educación virtual en las instituciones que cuentan con este recurso.
De esta forma, el proceso de aprendizaje se transformó, los estudiantes, maestros y padres de familia entraron en una etapa de adaptación compleja en la medida en que tuvieron que adquirir nuevas habilidades y destrezas tecnológicas para sobrellevar las clases en línea.
En este escenario, puede tornarse difícil para los padres de familia el manejo, la supervisión y el acompañamiento de sus hijos en el área académica. Para facilitar este proceso, a continuación se detallan algunas estrategias prácticas:
- Crear u optimizar un lugar de estudio específico que sea seguro, confortable y libre de distractores externos, con una adecuada iluminación y ventilación, que favorezca el aprendizaje y los periodos de atención.
- Es importante que la zona de trabajo contenga los materiales necesarios para el desarrollo de las actividades, esto evita que se levanten constantemente de la silla y por tanto la pérdida de tiempo.
- Ubicar un calendario en el lugar de estudio para registrar las fechas de entrega de tareas, evaluaciones, exposiciones o presentación de trabajos; esto puede ser útil para cumplir con los tiempos establecidos. También, se puede utilizar diversas aplicaciones tecnológicas para administrar el tiempo, crear listas, recordatorios y organizar tareas.
- Definir reglas específicas de estudio, diseñadas conforme a las necesidades de sus hijos; si es necesario se puede imprimir y colocar en un lugar visible para que sea fácil su interiorización. Esto puede ser muy beneficioso cuando existen puntos de conflicto, como por ejemplo: horario de dormir o el uso del celular.
- Realizar pausas activas físicas, pausas visuales, y series de respiraciones profundas cada dos o tres horas por un lapso de 5 a 10 minutos, con el propósito de recargar energía, aliviar el estrés y mejorar el desempeño. Para los más pequeños, los descansos pueden ser cada 45 minutos o cada hora.
- El grado de supervisión va a depender de la edad de sus hijos, el objetivo es que mediante ella se verifique el cumplimiento efectivo de las responsabilidades académicas desde un enfoque colaborativo.
- Delimitar las actividades a realizarse después de la jornada educativa ligadas a videojuegos, televisión o redes sociales. El tiempo aconsejable es que no supere más de dos horas diarias y que tengan horario definido.
- Es importante tener en cuenta el buen uso del tiempo libre, la actividad física de forma regular y la alimentación saludable vienen muy bien porque ayudan a reducir el estrés que pueden experimentar sus hijos.
- La comunicación regular con el personal docente mediante correos electrónicos, videoconferencias o llamadas es primordial, especialmente si existen problemas de aprendizaje. Se puede programar una cita con antelación cuando sea necesario.
- Es indispensable familiarizarse con las plataformas digitales educativas que posee la escuela o colegio para realizar un adecuado acompañamiento y seguimiento a información relacionada con notas, reportes mensuales o cualquier notificación académica y comportamental.
Trabajar de forma permanente en temas de motivación y autoestima, así como celebrar metas u objetivos cumplidos ayuda mucho al bienestar emocional y favorece el rendimiento académico de nuestros hijos. La meta como padres es lograr que se sientan estables, tranquilos y seguros en esta nueva realidad educativa, fomentando también de manera asertiva factores como la responsabilidad y el compromiso hacia el estudio. Si bien todos atraviesan un proceso de adaptación al confinamiento y demás normas de funcionamiento, puede ser más difícil acoplarse para algunos, por eso el apoyo y respaldo constante de los padres es fundamental.
Psic. Cl. María Fernanda Bermúdez
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