Hacia una nueva evolución educativa: potenciando el desarrollo de la persona.
El ser humano desde sus orígenes ha tenido la gran capacidad de crecer y evolucionar, hemos tenido grandes avances desde sociedades agrícolas, artesanales pasando por la revolución industrial hasta nuestros tiempos la revolución tecnológica.
La educación a lo largo de este tiempo ha tenido también grandes cambios, desde una educación donde unos pocos podían acceder al conocimiento, en la edad media hacia una revolución industrial que permitió el progreso de las sociedades y con ello un cambio en la educación hace más de 300 años.
El cambio que produjo la revolución industrial con la creación de fábricas, hizo que los campesinos pasaran del campo a la ciudad teniendo que formarse a las personas para este nuevo modelo económico, así nace la escuela, donde su principal objetivo era enseñar datos, información que deba ser memorizada para seguir un proceso, en lugar de enseñar a pensar. No era necesario para la época que la gente pueda pensar sino más bien seguir instrucciones que iba acorde con la nueva economía de las máquinas.
Así pasaron varios siglos más tarde donde en 1983 aparece la nueva revolución digital: el internet, lo que deviene en un cambio tanto para la sociedad y su economía como para el educación. Estos últimos 38 años nuestras sociedades han crecido de tal manera que la globalización es un hecho y tener la capacidad de compartir simultáneamente con personas del otro lado del mundo eran sucesos que hace 50 años no hubiesen sido imaginables.
Sin embargo, con la revelación que estos últimos meses nos dejó la pandemia, la sociedad ha sido testigo de la forma en que aún se sigue llevando la educación; un sistema de maestro – alumno donde aún enseñan a niños y jóvenes que, antes copiaban en pizarras y pupitres lo siguen haciendo pero desde ordenadores. Un modelo educativo donde todavía se privilegia la memoria y un inicial razonamiento hacia el desarrollo de otro tipo de habilidades, competencias e inteligencias.
Si bien, se han hecho grandes esfuerzos por empezar a dar pasos hacia una nueva forma de educación, estamos empezando a visualizar que los niños y jóvenes ya no responden más a un tipo de enseñanza tradicional memorística sino que se necesita nuevas estrategias pedagógicas donde la triada PADRES – PROFESORES – ESTUDIANTES empecemos a tomar un real protagonismo en la educación integral de los niños y jóvenes del presente que tienen una nueva forma de mirar el mundo con nuevas habilidades a ser potenciadas para así desarrollar sus reales capacidades.
Así, las nuevas corrientes educativas como: las inteligencias múltiples, la neurodidáctica, la neuroeducación, metodologías basadas en el aprendizaje a través del juego y la experiencia son propuestas diferentes que integran de forma transversal la educación con el objetivo de potenciar nuevas capacidades y habilidades en los niños y jóvenes de nuestro mundo.
Los padres quienes convivimos todos los días con nuestros hijos somos los primeros en manifestar un cambio de paradigma en beneficio de ellos, su presente y su futuro. ¿Qué estamos haciendo como padres, maestros y alumnos para entrar en la nueva forma de educación?
Alexandra Almeida H, Msc.
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